Shavasana (Sánscrito: शवासन; IAST: śavāsana)

Considerada la postura más importante de todas, pues nos devuelve al cuerpo y nos conecta con nuestra serenidad interna. En nuestras clases es una postura de llegada y una postura de integración.

¿Cómo hacerla? Nos tumbamos boca arriba en la esterilla, abriendo las piernas y rotando los tobillos hacia fuera, con las manos mirando al cielo, facilitando rotar ligeramente los hombros hacia afuera y abriendo el pecho, estableciéndonos en una postura confortable, dejando todo el cuerpo estirado en el suelo, sin tensión, relajado, abierto, predispuesto para tan solo respirar y estar presente en él.

Shavasana nos “centra” para estar en contacto con la respiración, para traer de nuevo la mente a “casa” y habitar nuestro cuerpo a través de la respiración. Una pausa antes de comenzar la práctica que nos permite “aterrizar” tras el ajetreo diario, bajar el automático y centrarnos en nosotros, en nuestro cuerpo.

Al finalizar una sesión de yoga, es muy importante dejar el cuerpo integre todo lo que hemos trabajado, de esta manera nuestra energía puede asentarse, recibirse, al igual que los beneficios de la práctica. Pero también se puede realizar entre asanas, para reestablecernos en nuestro centro y respiración.

Al mismo tiempo, esta postura por sí misma tiene sus propios beneficios: ayuda a descansar, promueve la calma en la mente, libera el estrés, reduce tensión, permite una respiración profunda y lenta, centrando nuestra mente y aminorando la velocidad de nuestros pensamientos.

Si no las ha realizado nunca, te invito a probar, 10, 15 o 20 minutos, seguro que recuperas energía y te reinicias más fresc@.

Nos vemos en la esterilla.

Ling.

Los principios de la práctica de Yoga Natural.

Tadasana (en sánscrito: ताडासन, AITS: Tāḍāsana), samasthiti o postura de la montaña es una asana de pie en el yoga moderno. Es una postura utilizada como punto de partida para otras asanas. Es una postura considerada de nivel básico o para principiantes. Es el punto de partida de saludos al sol y de otras posturas, sin embargo a pesar de considerarse una postura de iniciación contiene en ella lo que hoy quiero explicarte.

Los principios de la práctica de Yoga (desde mi tradición).

1.- Alineación. Siempre que comenzamos la clase buscamos llegar con atención a nuestra postura, alineando nuestros pies a la altura de la cadera y calibrando donde está nuestro peso. Si lo estamos repartiendo bien, si no estamos hacia delante o hacia atrás. Es importante que nuestra columna crezca hacia al cielo, como una cremallera que se cierra hacia arriba.

2.- Centro. Establecernos en los dos pies, en equilibrio, sin dejar el peso en una pierna sola, o hacia los talones, o hacia la cara interna del pie, debemos repartir bien el peso y que nuestros pies estén paralelos, ajustados a la altura de la cadera. También observar si nuestras rodillas tienden a girar hacia dentro o hacia fuera.

3.- Enraizamiento. Establecernos en una buena base nos permitirá poder elevar nuestra caja torácica expandiendo el pecho, estirando el abdomen, observando una ligera activación de glúteos y caderas. Que además nos permitirá tomar conciencia de nuestro suelo pélvico que activaremos también. En este momento nuestro pecho expandido dará espacio a que nuestra glándula Timo pueda “respirar”, por lo que será beneficioso para conectar con una sensación de bienestar, pero además facilita que realice sus funciones de protección del organismo. La glándula Timo tiene un papel fundamental en la producción de Linfocitos T, defiende al organismo contra infecciones y cánceres.

4.- Gesto en calma. Incluso de pie, cara, cuello y hombros deben estar relajados. Nuestro rostro manifiesta las tensiones del cuerpo, sin embargo, si podemos relajar la cara, sostener este rostro neutro estaremos enviando un mensaje a nuestro cerebro de “todo está bien”, dicho de otra manera relajar nuestra cara ayudará a relajar nuestro cuerpo.

5.- Armonía en el movimiento. En Tadasana no nos movemos, respiramos lento, pero si es importante este último principio pues si hay armonía, hay atención. SI hay atención, entramos en una meditación en movimiento, descartando el automatismo. A los niños en clase, les digo, a “cámara lenta”, respirando. Nos facilita a sostener la atención en lo que estamos haciendo, en cómo lo estamos haciendo y en respirar mientras lo hacemos.

Deseo que te haya aportado este post. Muchas gracias por tu atención.

Nos vemos en la esterilla.

LIng.